domingo, 11 de marzo de 2012

LA CASI CIEGA, DIE ERBLINDENDE (RAINER MARIA RILKE)


Esta sentada como los demás tomando el té.
Al principio me parecía que no cogía
la taza igual que los demás.
Y sonrió un momento. Casi hacía daño.

Y al fin todos se levantaron hablando,
y fueron pasando despacio, al ritmo que el azar marcaba,
por muchos aposentos (hablaban y reían),
y entones la vi. Andaba tras los otros,

encogida, como alguien que dentro de muy poco
va a tener que cantar ante mucha gante;
en sus ojos claros llenos de gozo
había luz de fuera, como en un estanque.

Los siguió, y necesitó mucho tiempo,
como si aún le faltara superar algún obstáculo;
pero al mismo tiempo como si, tras algún cambio,
ya no fuese a andar más, sino a volar.

1 comentario:

Xaro La dijo...

Muy hermoso, la verdad, muy hermoso

Abracitos amiga